Reflujo ácido y toma crónica de Omeprazol: ¿una pastilla al día…para siempre?

 

No es infrecuente que el contenido ácido del estómago debido a la incompetencia del esfínter esofágico inferior (EEI) ó del esfínter esofágico superior (EES), provoque síntomas  como  ardor en el pecho , sensación de plenitud después de las comidas, tos, mucosidad en la garganta, sequedad de boca, mal aliento (halitosis) y alteraciones en la voz (disfonía). 

Muchas “faringitis inespecíficas” tienen su origen en el daño que el contenido gástrico (pepsina y ácido clorhídrico) provoca en la mucosa laríngea al estar formada por un epitelio de tipo respiratorio desprovisto de las barreras protectoras que tiene el epitelio del esófago y el estómago. Por ello, es cada vez más frecuente el diagnóstico de Reflujo Faringolaríngeo o Extraesofágico en las consultas de Otorrinolaringología y el tratamiento que mayormente recetamos a estos pacientes son los denominados “inhibidores de la bomba de protones” (IBP), cuyos principios activos más comunes son : omeprazol, pantoprazol, esomeprazol y lansoprazol. Todos ellos inhiben de forma irreversible (durante 21 días) una bomba de protones localizada en las células del estómago, suprimiendo la capacidad de éstas para formar protones (H+) y por lo tanto, impidiendo la síntesis de ácido clohídrico (HCl). De ésta manera, la ausencia o disminución significativa de ácido, eliminará su carácter erosivo sobre la mucosa laríngea mejorando las molestas en la garganta. Sin embargo, la ausencia de ácido clorhídrico en el estómago impide que se absorba un ion muy importante en el metabolismo de los huesos: el calcio. Mientras estemos medicados con algún IBP, nuestro cuerpo será incapaz de absorber el calcio y con ello ponemos en serio peligro la salud de nuestro sistema esquelético aumentando de forma significativa el riesgo de osteroporosis y fracturas, especialmente en mujeres postmenopáusicas. 

¿Tenemos alternativas al uso continuo del omeprazol y sus derivados? Una dieta baja en proteínas y grasas animales, chocolate, café, té, alcohol, bebidas gaseosas y menta, es capaz de lograr una disminución de hasta el 40% de los problemas derivados del Reflujo Faringolaríngeo. Si a la dieta le sumamos la toma de sobres de almagato después de las comidas (especialmente tras cenas copiosas), obtendremos una alternativa eficaz al omeprazol y sus derivados con el objetivo de no reducir la absorción de calcio, tan importante para nuestro organismo.

Sería muy deseable que todos aquellos pacientes que están medicados con IBP (omeprazol, pantoprazol, etc…) de forma crónica, hicieran “descansos terapéuticos” por lo menos cada dos meses  y en su lugar tuvieran en cuenta un estilo de vida más saludable con una dieta adecuada (ver “Rincón del Paciente” en www.drvazquezdelaiglesia.es) y la toma de sobres de almagato después de la comida y la cena. Éstos “descansos terapéuticos” podrían durar  entre 20 y 30 días seguidos, para después reincidir el tratamiento con omeprazol o cualquier otro IBP.